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miércoles, 30 de julio de 2014

Dime que no me quieres. Capítulo: 22

Capítulo: 22

-Vuélveme a contar como ocurrió todo- le pide Paula.
Raquel resopla e intenta tragar saliva para narrarle a su amiga lo que ocurrió con Cristian aquella tarde donde llegó a amenazarla.
-Era una tarde normal, yo volvía a casa después de haber ayudado a mi madre en la tienda de vestidos de novia. Iba caminando tranquilamente cuando, de repente, observé que alguien me seguía y me alcanzó. A la fuerza, me llevó a un sucio y abandonado callejón y allí estaba él- Raquel recuerda la expresión del rostro de Cristian. Fría, desconfiada, intimidante…- Empezó a decirme que, si yo no hacía todo lo que él me pedía, si no le ayudaba, todos mis amigos sufrirían mucho más de lo que él ya tenía planeado. Todos vosotros…
La voz de Raquel se entrecorta y no puede seguir hablando. En aquella tarde supo con toda seguridad cómo era el miedo, un miedo que le invadió al escuchar las palabras de quien fue su amigo en algún momento de su vida. Una persona por la que, su corazón, sintió mucho más que por cualquier otra persona. Ahora es un recuerdo, un borroso recuerdo que, a la vez, se convirtió en una mentira.
-Paula- le llama- yo no lo sabía. No tenía la menor idea de que a ti también te había amenazado. Por eso, cuando leí el correo electrónico que nos envío a ambas, corrí a llamarte. Pensé que estaba sola en esto…
Los ojos oscuros de Raquel se enrojecen y adoptan una forma vidriosa. Al verlo, Paula se abalanzaba sobre ella y le abraza. Las dos lo necesitan.
-Raquel, tranquila- le calma apartándose de ella- voy a terminar con esto, sé lo que debo hacer pero, es mejor que no hablemos de esto que tengo en mente. Te parecería una locura, a ti y a todos.
La expresión de Raquel cambia por completo. Sus ojos se han abierto de par en par y aun le cuesta articular las palabras. Por fin, lo consigue.
-Paula no hagas ninguna locura, no serviría de nada. No sabemos lo que Cristian…Aron… ¡cómo quieras llamarle!- exclama- tiene pensado hacernos… ¡Ni siquiera sé por qué quiere dañarnos!
-Sea lo que sea lo que quiere hacernos, seremos más listos que él, Raquel.- le explica- Yo tampoco conozco sus motivos por los que quiere hacernos daño, pero sea lo que sea, me adelantaré a él. Por vosotros, os lo debo a todos.


-¿Te has acordado de cogerte algo de ropa de abrigo? Quien sabe el tiempo que puede hacer. ¡La escuela está en mitad de la nada!- se alarma la tía de Gloria.
-Sí, llevo todo lo que necesito en mi maleta. La he revisado cientos de veces- reía la joven. Ver a su tía al límite de la exasperación le resultaba incluso divertido.
La mujer mira con ternura a su sobrina que termina de cerrar su maleta azul marino por tercera vez.
-¿Por qué me miras así?
La tía de Gloria se acerca a ella y le pasa las manos por sus delgados brazos.
-Tus padres están muy orgullosos de ti, Gloria. No lo olvides mientras estés fuera este tiempo.
-Ellos ni siquiera están aquí, en España- su tono de voz se vuelve más apagado- además, tampoco les he llamado para decirles que he ingresado en la academia.
Gloria recibió la noticia esta mañana. De todas las aspirantes a una de las plazas en la prestigiosa academia de baile, sin lugar a dudas, la muchacha fue la mejor con creces. Y, por ello, la academia consideró que lo mejor era que se integrase cuanto antes con todos sus demás compañeros llenos de talento. Gloria se marcha en dos horas. Les dirá adiós a todos aquellos que aprecia. A todos, menos a sus padres…como siempre ha sido… Ellos viajan mucho por trabajo y desde hace un tiempo, la casa donde vive su tía y, antes de que decidiese compartir un piso con su mejor amigo Álex, su primo Lucas, se ha convertido en su hogar. Allí es feliz y no le falta de nada. Aunque, debe reconocer que, echa de menos no ver a su primo husmeando en su habitación, ni escuchar cantar sus canciones con la guitarra…
-Deberías llamarles, Gloria- le aconseja su tía con un toque de pena en su voz.
-Cuando ellos me llamen desde donde quiera que estén esta vez para saber si su hija esté bien, entonces les llamaré yo- contesta  Gloria con un tono brusco y frío.
-¡Vaya!- exclama una voz masculina desde el marco de la puerta del cuarto- ¿Vas a tener ese carácter cuando conozcas a tus compañeros?
Gloria reconoce su voz al instante y gira su cabeza hacia la derecha para poder verle. Los ojos de ambos se iluminan.
-¡Lucas!- grita ella lanzándose sobre él. El joven se tambalea pero logra elevar a su prima en el aire en un gran abrazo.
-Oye…- dice una nueva voz- ¿y para mí no hay abrazo?
Un muchacho de pelo rubio y un poco más alto que Gloria, asoma por detrás de Lucas. Marcos, quien le muestra una resplandeciente sonrisa.
-Por supuesto que lo hay.
Se abrazan con fuerza, sin dejar un solo espacio libre entre ellos. Gloria cierra los ojos y recuerda; recuerda la primera vez que habló con Marcos a través de la webcam del ordenador, descubrió todas y cada una de las cosas que tenían en común, recuerda su primer encuentro cara a cara, todas las veces que se ha quedado ayudándola en sus coreografías, aportándole su gran apoyo e ideas. Se ha convertido en un gran amigo en los últimos meses y decirle adiós…le va a resultar complicado…
El abrazo se ve interrumpido por Lucas, quien carraspea de manera exagerada.
-Bueno mamá- le dice a la mujer- creo que es mejor que les dejemos solos, aún tienen que despedirse.
Gloria mira a su primo quien chasquea la lengua y desaparece de la habitación con su madre. Marcos y ella se quedan solos, con la mirada fija en los ojos del otro.
-¿Tienes ya todo listo?- pregunta Marcos rompiendo aquella intensa mirada rascándose la nuca.
-Sí- responde ella con un suspiro.
-¿Y tú?- pregunta él colocándole una mano sobre el hombro- ¿Estás lista?
Gloria le mira sorprendida. Nadie le había hecho esa pregunta antes. Sí, es cierto que se han alegrado de su ingreso en la academia, pero nadie le había preguntado si estaba preparada. Nadie, salvo Marcos. Su suma atención con ella es algo que echará mucho de menos. Siempre es tan atento que es difícil creer que exista alguien así, capaz de anteponer las prioridades de los demás a las suyas. Gloria sabe que está lista para marcharse, pero no está preparada para decirle adiós a su amigo.
-Sí- responde en un tono de voz tan bajo que a Marcos le cuesta oír. En ese momento, antes de que el joven pueda articular una palabra más, Gloria rodea su cuello con los brazos y se aferra a él, abrazándole de nuevo. Marcos le corresponde al abrazo y posa sus manos en la espalda de la muchacha.
-Ojalá pudieras venir conmigo- le susurra ella con el rostro oculto en el hueco del cuello de Marcos.
-Bailar nunca ha sido lo mío- ríe él. Nota como una lágrima de Gloria humedece su cuello y, al instante, escucha sus sollozos- Gloria…vas a cumplir tu sueño, no tienes motivos para llorar.
-Lo sé…perdona- dice separándose de él mientras se limpia las mejillas de lágrimas.- Te parecerá estúpido pero, nunca pensé que emprender el camino hacia mi sueño iba a ser tan duro. Me cuesta despedirme de mi tía, de Lucas…de ti…- las lágrimas vuelven a asomar en los ojos de Gloria y se cubre la cara con sus manos- voy a echarte mucho de menos, Marcos.
-Gloria- le coge las manos, apartándoselas de la cara, y las atrapa entra las suyas- esta vez, no pienses en lo que dejas atrás, es tu sueño. Vívelo, por ti y por todos los que queremos que seas feliz realizándolo. Imagínatelo como un viaje en tren, ha llegado la hora de coger un nuevo tren que te llevará a tu destino, dedicarte al baile. Lástima que, en ese tren, solo queda un asiento libre. Tu asiento, tu plaza de ingreso en la academia. Y te puedo asegurar que, yo, te estaré esperando en la parada que tú te decidas bajar. Y, estoy seguro, de que esa parada será el final del viaje y eso significará que lo has conseguido.
Antes de que nadie diga nada más, se escucha un agudo claxon procedente de la calle. Ha llegado el momento de irse, no puede dejar escapar este tren. Lo hará por ella, por Marcos. Lo conseguirá.
-Vamos, te acompaño a la puerta- le dice su amigo cogiéndole la maleta, la cual, pesa más de lo que esperaba. Y es que, para cumplir tu sueño más deseado, hay que ir preparado. Y Gloria lo está, no cabe duda. Su talento pesa mucho más que aquella maleta.
Una vez en la puerta de la casa, un gran todoterreno negro espera a la joven, quien abraza a su tía y, acto seguido, se dirige a su primo. Lucas le revuelve el pelo como su fuese una niña pequeña, pero ésta no parece molesta. Por última vez, Gloria mira a Marcos y le muestra su sonrisa. Una sonrisa a la vez triste por su partida aunque también llena de emoción. Marcos prefiere un simple gesto de despedida como aquel, que una serie de palabras tristes que, en la mayoría de los casos, se terminan olvidando. Y es que, la sonrisa de su amiga es algo que recordará todos los días porque ella ha decidido hacer lo que más le gusta.

Gloria se monta en el coche de color negro y se despide de ellos ondeando la mano desde el interior del vehículo. Todos se despiden de la misma forma y observan como el coche desaparece al final de la calle. 




viernes, 25 de julio de 2014

Dime que no me quieres. Capítulo: 21

Capítulo: 21

Con la mano temblorosa, Andrea presiona dos veces sobre el botón del timbre de la casa de Matt. Inspira con fuerza y, lentamente, expulsa el aire por la boca intentando relajarse. Ha llegado la hora de hablar con él.
La puerta se abre dejando pasar un aire fresco que logra ponerle a Andrea los pelos de punta, aunque, ella duda de que sea el aire lo que lo provoca y no lo que está a punto de avecinarse. Un joven realmente alto de pelo moreno ligeramente despeinado y un piercing metálico en su labio inferior, aparece delante de la mirada azul de Andrea. Matt le sonríe con calidez y estira de ella antes de que ninguno pueda saludar. Un beso intenso y apasionado llega dejando a la muchacha sin respiración. Debe apartarse, no es justo para nadie.
-Matt – le llama en sus labios. Él le mira y deja un suave beso esta vez.
-No sabes lo que necesitaba esto- su respiración es agitada a causa del primer beso- te echaba de menos.
Andrea cierra los ojos con fuerza y deja caer su cabeza sobre el hombro del joven, abatida. ¿Por qué es tan difícil sincerarse con alguien? “Matt, no eres el único que ocupa mi corazón. Está dividido. Guillermo ha vuelto a aparecer en mi vida como un torbellino y sí, le quiero. Siempre lo he hecho de algún modo. Pero, también siento por ti, mucho” Eso es lo que diría alguien con agallas que sabe lo que quiere, alguien que haría lo imposible para que nadie resultase dañado, que olvidaría todo…Andrea no, ella no es así. Si escoge a Matt es Guille quien terminaría hecho polvo. Si escoge a Guillermo, Matt saldría dañado. Y, si ella decide olvidar a los dos, se vería envuelta en un mar de decepción y lágrimas porque ha dejado pasar a dos personas maravillosas. Aunque, de alguna forma, lo merece. No ha sido clara desde el principio y eso conlleva unas duras consecuencias.
Andrea vuelve a centrar su mirada en el muchacho argentino.
-Matt- le llama por segunda vez- hay algo que debo contarte.
Él le mira desconcertado y cierra la puerta. Juntos, caminan hacia la habitación del joven. Matt se sienta en el borde de su cama, esperando a que su novia empiece a hablar.
-Verás- suspira antes de contar nada e intenta armarse de valor- antes de nada, quiero que sepas que no me siento valiente ni orgullosa de decirte nada de esto. Más bien, me siento una miserable…estoy hecha un lío, Matt. No sé a quién pertenece mi corazón.
-Andrea…
-Guillermo ha vuelto. Todo lo que llegué a sentir por él ha venido a mí con la misma fuerza con la que un tornado arrasa con todo lo que encuentra en su camino- la voz de Andrea tiembla, al igual que lo hacen sus piernas. Los ojos castaños de Matt no apartan la vista de los de la joven. Su expresión es seria, la más seria que ella había visto en un persona. Está dolido, se siente traicionado y lo entiende. Ella y su estúpido corazón tienen toda la culpa.
-¿Le quieres?- se limita a pregunta el muchacho en un tono tan frío que asusta.
Andrea no es capaz de formular ni una sola palabra, únicamente asiente con la cabeza. Acto seguido, una lágrima desciende por su mejilla.
-¿Por qué lloras?- le pregunta Matt pillándola desprevenida, no se esperaba una pregunta así. Andrea traga saliva e intenta calmarse.
-Te he mentido, traicionado…pensaba que podía engañar a mi corazón, pero él siempre es más listo que yo. Siento tanto por ti como por Guille. Cada uno me aportáis algo distinto, sensaciones que me llenan por dentro. Lloro por eso…porque no puedo vivir con todo lo que ambos me dais, sería una egoísta si lo hiciera…
Matt se levanta de su cama y se acerca a ella. Coloca sus manos en los hombros de Andrea y los acaricia con su dedo pulgar.
-Ya conoces mis sentimientos hacia ti.- le asegura él- Desde que crucé mi mirada con la tuya algo dentro de mí me dijo que no debería dejarte escapar, ahora esa misma voz, me dice que tengo un cincuenta por ciento de posibilidades de perderte. Lo sé, ojalá nos hubiésemos conocido antes…pero la vida nos maneja a su antojo, somos sus títeres y no siempre la función termina con un final feliz. Andrea, tú eres quien decide el final de nuestra historia.
-¿Cómo lo hago? Os quiero a los dos…- dice ella cabizbaja, pero Matt no tarda en hacer que le mire. Atrapa su rostro con ambas manos y clava sus ojos en ella.
-Una sola tarde con cualquiera de nosotros te hará decidir, da igual si son diez minutos o una hora. En esos momentos, déjate llevar por lo que sientas, solo así sabrás a quien escoger. Y, si no soy yo el afortunado, no sufras por mí. Podré presumir que los meses que he pasado a tu lado nadie tendrá la suerte de vivirlos con cualquier otra persona.
Andrea no tiene a sus lágrimas y solloza en el pecho de Matt que la abraza como nunca antes lo ha hecho. Tal vez, cabe la posibilidad, de que sea su último abrazo…
-Puede que suene imbécil por mi parte pero, queda con Guille. Si sientes que todo lo vivido anteriormente con él vuelve a ti de nuevo, ya sabrás cuál es tu elección. Si no, yo estaré aquí esperándote- le limpia las lágrimas del rostro con los dedos que, luego son los que rozan su cuello- Te quiero- susurra.
Y le besa, no como antes no es apasionado ni duradero, éste es dulce, tierno, lento…especial. Tal vez el último…


-No pensaba que fuesen a reaccionar así, Lucas. No tenía ni idea…
-Vero…ellos solo quieren lo mejor para ti…
-¡Tú eres lo mejor para mí! ¡Lucas, te quiero!- exclama ella- ¡Mis padres no pueden obligarme a esto! ¡Ellos no te conocen!
Un suspiro, por parte de él, se escucha al otro lado de la línea telefónica.
-Vero, ya conoces la vida que he llevado. Ni siquiera mi apariencia gana puntos para que tus padres desconfíen de que soy un buen chico…tal vez…
-¡No! ¡Ya basta! ¡He aguantado bastante antes con mis padres y no permitiré que estropeen lo que tanto tiempo he querido!- Verónica calma el tono de su voz- Tenerte…
-¿Piensas enfrentarte a ellos?- se alarma Lucas- Ahora estás enfadada, pero tiene que haber otro modo…
Vero cierra los puños de sus manos con fuerza hasta el extremo de sentir sus uñas clavarse en la piel. La furia y la rabia emanen de ella como lo hace el agua de un manantial.
-Haré lo que sea necesario, Lucas. Lo que sea.
Hace un día. En el salón de la casa de Verónica.
-¡Se puede saber qué horas son estas de llegar a casa!- grita la madre de Verónica a su hija.
-Mamá- mira el reloj de su muñeca- he llegado solo cinco minutos tarde, me entretuve.
-¡Ya lo creo que te entretuviste!- gritaba ahora su padre- ¡Estabas muy ocupada besándote con ese tipo! ¿No es así?
Vero rueda sus ojos y decide caminar hacia su cuarto. No quiere hablar de ese tema, para sus padres lo primordial es que se centre en sus estudios y un chico solo le distraería y sus calificaciones bajarían. 
-¡No he terminado de hablar contigo, Verónica!- grita su padre desde el pasillo. Con resignación, su hija vuelve y espera todos y cada uno de los gritos- ¿Dónde conociste a ese motero de pacotilla?
-Papá- le avisa- si quieres hablar conmigo sobre este tema antes quiero decir yo algo. Ese motero de pacotilla tiene un nombre, se llama Lucas y es mi novio desde hace unos días.
-¡No hace falta que me digas que ese era tu novio! ¡Dudo que te vayas besuqueando con el primero que pase!
-¿Qué te crees que soy?- grita Vero molesta. Hoy no quería discutir, solo meterse en la cama y recordar lo fantástica que había sido esa tarde junto a Lucas- Papá, estoy cansada. Buenas noches.
La muchacha intentó cerrar la puerta de su dormitorio, pero pronto su padre, esta vez acompañado de su madre, volvieron a abrirla.
-¿De qué lo conoces? ¿No es de tu clase, verdad?- preguntaba su padre con las mejillas encendidas de rabia.
-¡Qué importa eso!- chilla Verónica- Se llama Lucas, tiene dieciocho años y lo conocí en la piscina las pasadas Navidades. Nos hicimos muy amigos, quiero recordaros que la noche de Noche Buena fui a una fiesta en su casa donde celebraba su cumpleaños.
-¿La fiesta era de ese impresentable?- gritaron sus padres a la vez.
-¡Se llama Lucas! ¡No impresentable o motero de pacotilla!
-Seguro que bebe alcohol y está enganchado a las drogas…- mascullaba su madre por lo bajo, aunque Vero logro escucharlo y explotó:
-¡Cállate mamá! ¡Callaros los dos! ¡No tenéis ni idea de por todo lo que Lucas ha pasado!- aullaba- ¿Qué vais a saber? ¡Es mi vida! ¡Estoy loca por ese chico! ¡Le quiero! ¡Y no es ningún drogadicto, mamá! ¡Ahora dejadme en paz de una maldita vez!
-¡Tú eres quien no sabe nada!- gritaba su padre realmente enfadado- Hablas del amor como si los de tu edad fueseis unos expertos y no sabéis nada del tema. Adolescentes enamorados… ¡chorradas! ¡No sabéis que es amar! ¡Solo pensáis en pasarlo bien sin pensar! Verónica, tú no estás enamorada de ese tal…Lucas- el padre de la joven escupió el nombre del chico como si lo repugnase- solo es otro capricho tuyo…
-¡Un capricho!- grita ella- Mira papá, lo que has visto en la calle no es ningún capricho. Los adolescentes sentimos como cualquier otro adulto, incluso damos el cien por cien, mucho más que cualquier otra pareja de cuarenta años. Besarse, abrazarse, simplemente las miradas y todo lo que Lucas me transmite ¡eso es amor, papá! ¡Y pienso seguir sintiendo lo que siento por él! ¡No voy a frenarlo! ¡No puedo!
-Te prohíbo que te veas con ese chico, no es bueno para ti. Solo con verle una sola vez, sé que aspiras a alguien mucho mejor que él.- le comunicó su padre en un tono frío y cortante- No hay nada más que decir. Se acabó.
-¡No puedes hacerme eso!
-Buenas noches, hija- dijeron ambos, madre y padre, a la vez.
La puerta de la habitación se cerró de un portazo y Verónica permaneció inmóvil con la mirada perdida y las lágrimas resbalando por sus mejillas rosadas. No podían impedirle no pasar tiempo con él, no sentirle cerca, no probar sus labios mil veces más… Cansada y llena de impotencia y rabia, se dejó caer sobre la colcha de su cama y ocultó su rostro entre las almohadas. Ahí, desahogó todas sus lágrimas amargas, no tenía fuerzas para nada más.








Dime que no me quieres. Capítulo: 20

Capítulo: 20

Con extrema agilidad, Daniel mueve sus dedos sobre las teclas de su ordenador portátil. Lleva toda la mañana encerrado en su habitación con el ordenador sobre las piernas. La historia que tanto tiempo ha persistido en su mente por fin ha sido plasmada en papel. Una historia que siempre había querido escribir pero que nunca había tenido la suerte de narrarla con total sentimiento y seguridad.
It’s time de Imagine Dragons, su grupo favorito, suena en su móvil a todo volumen. Termina de escribir su última frase del día y descuelga la llamada:
-¡Hola Dani!- saluda eufórico una conocida voz al otro lado del Samrtphone. Guille.
-¡Hola! ¿Cómo estás? ¿Qué tal va todo?
-Realmente bien, todo va según lo planeado- asegura Guille.
-¿A qué te refieres?- pregunta Dani desconcertado.
-Hablo de Andrea. Coincidí con ella ayer por la tarde en la calle. Lo hice, tío. Besé a Andrea.
Dani vitorea con gritos a su amigo al otro lado de la línea telefónica.
-¿Y ella? ¿Cómo reaccionó? ¿Qué va a pasar con su novio?
-Hagamos una cosa, quedamos en un media hora en Gran Casa y qué te parece si jugamos unas partidas a los bolos como en los viejos tiempos.
-¡Perfecto!- exclama Dani- Nos vemos allí.
Ambos cuelgan a la vez y la llamada finaliza.
Daniel abre su armario y escoge una camiseta de manga corta negra con cuello en forma de pico que se ciñe a su cuerpo una vez puesta y la acompaña con unos pantalones en color azul eléctrico. Se anuda sus Converse del mismo color que la camiseta y sale de la casa no sin antes despedirse de su madre y de su hermana pequeña, la cual está en el salón jugando al Just Dance 3. De un fuerte golpe, cierra la puerta. Ha quedado en verse con Guillermo en veinte minutos en la bolera de Gran Casa, el centro comercial. Como tantas otras muchas cosas, ese lugar, todos sus rincones, le recuerdan a ella. Han sido muchas las tardes que Paula y Dani han pasado juntos en aquella grande superficie, lejos de toda preocupación simplemente, porque estaban juntos. Solo ellos. Nada más. Una tímida sonrisa aparece en su rostro con solo pensar en su chica. Se muerde el labio inferior intentando reprimirla aunque le cuesta hacerlo. Siente mucho por ella, mucho más de lo que esperaba llegar a sentir. Paula ha revolucionado su vida, ha cambiado su rumbo…
Daniel mira hacia atrás y observa como el autobús se aproxima a la parada, no puede perderlo. Rápidamente, comienza a correr evitando los baches y deformaciones de la acera y, de sobras, llega a la parada. Sube pasando la tarjeta por el lector y se sienta en el asiento más cercano a la cabina del conductor.  Enciende su móvil y entre en WhatsApp. Tiene treinta mensajes de dos conversaciones.  Veintinueve de ellos son de un grupo que, él y otros escritores de su misma edad, decidieron crear a raíz de ser seguidores en Twitter. Nunca antes se habría atrevido a entrar en algo donde no conoce a nadie y mucho menos viniendo de una red social, pero no se arrepiente en absoluto. Con ellos puede compartir ideas, opiniones sobre sus propios relatos. Él es quien más tiempo llevo metido en este mundo de la escritura y se siente realmente bien dentro de ese grupo. Todos se comprenden y, aunque nunca se hayan visto en persona, está seguro de que puede llamarles amigos. Lee con rapidez los mensajes y contempla que el mensaje restante es de Paula.
Sé que estos días no he sido yo misma, he pasado por una serie de complicaciones que no me han resultado fáciles de llevar. No quise decirte nada para evitar que te preocupases por mí, sé que lo hubieras hecho. Quería decirte que he encontrado la solución para acabar con estos baches en los que mi vida se ha visto atrapada. Bueno, no te entretengo más, seguramente estés delante del ordenador y con millones de ideas que plasmar en la historia que, por cierto, ¿cuándo podré leerla?
Suspira y comienza a escribir:
Me gustaría volver a ver a aquella chica de la que me enamoré, de aquella risa que no cesaba cuando estábamos juntos. Quiero volver a aquellas tardes contigo, Paula. Y que esas tardes se conviertan en días enteros. Ya te lo dije, solo si tú quieres, me sentiré muy afortunado si me acompañas en mi viaje, en mi vida. Es tan inevitable que no me preocupe por ti, como es tan inevitable que deje de pensarte. Tal vez no sea la mejor medicina para tus días apagados y grises pero, nunca olvides que te quiero, Paula.
Envía el mensaje y rápidamente, se pone manos a la obra con otro. Esta vez más breve que el anterior:
La historia que tengo entre manos pronto tocará a su fin, no temas que serás la primera en leerla. Ahora me voy con Guille a la bolera. ¿Qué te parece si nos vemos esta tarde?
Sale de la aplicación y bloquea su móvil. Dani fija su mirada en la ventana del autobús y nota como, al cabo de un par de minutos, si teléfono móvil vibra en su mano. Ha recibido un nuevo mensaje de Paula:
Seguro que será un futuro best seller. Tienes un don, Dani. ¡Genial! ¿Quedamos a las 18:00 en la puerta del instituto?
Perfecto, nos vemos allí esta tarde.
Paula manda un último mensaje despidiéndose:
Te quiero mi escritor.
Daniel ríe al leer la despedida de su novia. Confía en que ha vuelto a ser la misma chica de siempre. Quien mostraba su blanca dentadura en una preciosa sonrisa, cuyas mejillas tomaban un tono rosado cuando le tenía cerca, quien se adentraba en la historia de un libro durante horas y horas, aquella que ocultada su rostro en el pecho del joven siempre que se fundían en un abrazo. Hace unas semanas, siempre que Dani envolvía a Paula entre sus brazos, era porque las lágrimas y el sentimiento de agonía se apoderaban de ella mientras que él se veía encerrado en una nube de preocupación e impotencia.
La molesta voz metálica del autobús obliga a Dani a salir del trance y, con un impulso, se levanta de su asiento y baja del vehículo. Con pasos ligeros, atraviesa las grandes puertas del centro comercial y se encamina hacia el lugar donde ha decidido verse con Guille, en la entrada a la bolera. Un largo tramo de escaleras mecánicas le conducen hasta allí. Guillermo le espera apoyado de espaldas a la pared de mármol. Se aproxima a él y éste le saluda:
-¡Daniel!- se chocan las manos  más tarde las estrechan- ¿Cómo va todo?
-Bien- contesta recordando su conversación de WhatsApp con Paula- muy bien. ¿Y a ti? ¿Cómo han ido tus días de vuelta a casa?
-Ya sabes lo que dicen; no hay nada mejor que estar en tu hogar. Además, mis días de bienvenida fueron inmejorables- una sonrisa pícara se forma en su rostro. Aquel beso con Andrea se adueña de su mente. Daría lo que fuera por vivir un beso más así con ella, por recuperarla…- Vamos, no puedo esperar más a machacarte a los bolos.
-Eso habrá que verlo.
Se dirigen al mostrador donde piden una pista en la que poder jugar dos partidas, la cual, no tardan en asignársela. Piden dos pares de zapatos del cuarenta y uno y se caminan hacia su pista correspondiente.
-¡Cómo pueden obligar a ponernos estas cosas de payaso!- se queja Guille señalando a los zapatos de la bolera. Se sienta en una de las sillas y se los calza.- Quitan todo mi encanto natural.
-No te pueden quitar algo que no tienes, amigo mío- ríe Dani mientras observa la cara molesta de Guille- Eres el primero en tirar, encanto natural.
El muchacho se levanta y escoge una bola granate de doce kilogramos.
-Observa al maestro- le aconseja.
Guillermo coge carrerilla estirando su brazo hacia atrás y, con una fuerte movimiento, lleva su brazo hacia delante ejecutando un tiro perfecto. La bola derriba todos los bolos. Pleno. Guille crea la forma de una pistola con sus manos y sopla mirando a Dani.
-Supéralo- le reta a su amigo quien se levanta y elige una bola de color verde manzana igual de pasada que la bola con la que Guille ha realizado su tiro.
-Vas a quedarte con las ganas de ganarme, pero no sufras, siempre te acompañará tu “encanto natural”- se burla Daniel y, esta vez, ambos comparten la risa.







miércoles, 16 de julio de 2014

Dime que no me quieres. Capítulo: 19

Capítulo: 19

El olor a humedad y a tormenta y el estruendoso ruido del motor de la moto de Lucas era lo único que podía percibirse con claridad. Vero no ha cruzado ni una sola palabra con su novio en todo lo que dura el trayecto hasta su casa. Desde que Lucas le ha confesado su secreto más oculto en la azotea, no han vuelto a sacar el tema. Ni siquiera Verónica sabe cómo hacerlo. La moto va frenando poco a poco hasta detenerse por completo. La casa de Vero está justo en frente de ellos.
-Muchas gracias por traerme, Lucas- le agradece ella quitándose el casco que protegía su cabeza durante el trayecto. Despacio, se levanta del vehículo hasta que sus dos pies tocan el suelo. Le muestra una de sus mejores sonrisas a Lucas, que también se ha deshecho de su casco, y hace un amago de irse hasta que una mano firme la retiene agarrándole el brazo y tira de ella. Lo último que llega a sentir son los labios de Lucas sobre los suyos las cuales le besan con ferocidad. Vero ahoga un grito ante la sorpresa de ese beso y entrelaza sus brazos alrededor del cuello del joven. Una nueva sensación invade el cuerpo de Verónica, una sensación que le hace sentir realmente bien. Lucas muerde ligeramente el labio inferior de su novia y apoya su frente con la de ella.
-Necesitaba contártelo y, una vez que te he confesado mi mayor secreto, sigues aquí.
-Nunca me habría ido.
Lentamente, su vuelve a acercar su rostro al de ella y sella sus labios con un nuevo beso, esta vez mucho más tierno que el anterior. Aunque, los labios de Lucas, no tardan en volverse mucho más hambrientos tanto que, cuando se quiere dar cuenta, su mano roza ligeramente la cintura de Verónica bajo la camiseta.
-Lucas…- le llama ella en sus labios. Él detiene su mano y separa su cuerpo del de ella. Ambos se miran- Dime, por favor, que no quedan restos de la enfermedad en ti. Por favor…
-Tranquila- le calma- estoy completamente sano y hay muchas probabilidades de que no reaparezca.
Verónica suspira aliviada y se abraza a él mientras continúa hablando:
-Decidí que mi forma de vida tenía que cambiar, dejar a un lado aquella mala vida en la que me metí. Y no pienso volver a caer en ese mundo. Ahí fue cuando nació la banda, encontré mi pasión en la música- le mira con ternura- te encontré  a ti.
Vero sonríe y se aferra con más fuerza al cuerpo de Lucas y inspira con fuerza, un dulce aroma a menta le impregna la nariz hasta llegar a la garganta.
-Debo entrar ya, mis padres estarán esperándome para cenar- anuncia la chica separándose de él. Despacio, Lucas intentan besarla por última vez pero Verónica consigue  zafarse de él y correr hacia su portal. Una vez allí, se vuelve hacia él con una amplia sonrisa.
-¡No deberías haber hecho eso!- le avisa subiéndose a la moto de forma ágil. Intenta parecer serio pero no lo logra, le es inevitable sonreír al observarla.
-¡Tiemblo de miedo!
-¡Sabes una cosa!- exclama- ¡Una vez que ya me has besado no puedes pasar mucho más tiempo sin volver a hacerlo!
-¿No te ha servido como muestra mi huida?- le pregunta ella mientras el muchacho arranca en motor.
-¡Recuerda mis palabras, sirenita! ¡Soy una tentación para cualquier chica!- le saca la lengua como signo de broma y sale a toda velocidad.
Verónica observa como desparece en la carretera y suspira llevándose la mano a la frente. Se adentra en el edificio, sube las escaleras hasta llegas a su planta, saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta del piso. La cierra con sumo cuidado y apoya su espalda en ella. Con las yemas de sus dedos, acaricia sus labios recordando la sensación que provoca el roce de los labios de Lucas sobre ella. Una sensación que, sin duda, necesita volver a experimentar. Su novio tenía razón, es una tentación. Una pequeña risilla sale de su boca al recordar la escena que acababa de vivir, pero aquella felicidad se desvanece al contemplar la expresión del rostro de sus padres que la esperaban impacientes en el salón.

-¡Hola, mamá!- grita al entrar en la casa. El olor a la cena de su madre llega hasta ella y hace que su estómago se queje. ¡Qué hambre tiene!
-¡Hola, Paula!- saluda la mujer desde la cocina- ¡La cena estará lista en diez minutos!
-¡Vale, mamá!- le contesta mientras se dirige a su habitación. Una vez dentro, cierra de un portazo y enciende su ordenador. Ahí, revisa sus redes sociales y decide entrar a gmail y controlar el correo. Tiene cuatro mensajes nuevos, tres de ellos son propaganda y el último corresponde a un anónimo…Lo abre y comienza a leer:

¿Recuerdas qué te dije que tu ayuda sería realmente útil? Ha llegado la hora de comprobarlo. Dentro de dos días, tú y tus amigos estaréis en el Rock and Blues durante una hora. Más tarde, saldréis de allí y os dirigiréis a la Plaza España, la cual tendréis que cruzar…Allí llevaré a cabo mi pequeña sorpresa para vosotros…Recuerda Paula, si no quieres que tus amigos salgan mal parados, mantén tu boca cerrada. O no querrás que a tu novio le pase nada, ¿verdad? Y, para que veas que no soy tan poco generoso, tu amiga Raquel está al tanto de mantener también su boca cerrada.
Recuérdalo, en dos días.

Paula cierra fuertemente los puños y cierra los ojos con la misma fuerza. Una lágrima de rabia e impotencia, desciende rauda por su mejilla… ¿Qué se supone que debe hacer? No puede contárselo a los demás, pero de esa forma saldrán mal parados. Y si se lo cuenta, también. Está dentro de un callejón sin salida. Cristian está resultando ser mucho más listo de lo que ella pensaba. Tiene que superarle en sus movimientos, ser más inteligente y perspicaz que él. ¿Qué osa tan horrible sería capaz de hacerles?
Sing de Ed Sheeran se escucha desde su móvil. Minimiza la pantalla de su ordenador y coge el Smartphone. Descuelga…
-¡Paula!- grita una voz femenina al otro lado de la línea-¡Paula! ¡Yo no sabía que…Cristian…he leído su correo y…!

-Raquel, sé lo que debo hacer.


lunes, 7 de julio de 2014

Dime que no me quieres. Capítulo: 18

Capítulo: 18

Cierra la puerta con sumo cuidado tras ella después de haberse despedido del jurado y haber agradecido su atención y valoración de su prueba. Con la mano, se despide de la muchacha con la que ha estado hablando antes de ser llamada a realizar su coreografía y sale fuera del edificio. Justo delante, en la misma acera, se encuentra Marcos que mira atento a la puerta de salida hasta que ve que Gloria se acerca a él y le abraza con intensidad. Esta muy satisfecha con su resultado, ella sabe que ha sido bueno, al contrario que las consecuencias que su gran esfuerzo conlleva.
-Sabía que te iba a ir genial- le felicita Marcos que se separa de ella.
Los castaños ojos de Gloria se vuelven más claros y brillantes, se arriesgaría a decir que se ven vidriosos. La chica se muerde su labio inferior y desvía la mirada.
-Gracias por todo tu apoyo, Marcos- vuelve a abrazarle.
-Tú y tu talento habéis hecho todo el trabajo.
Gloria suspira. Marcos siempre ha sido muy atento con ella. ¿Cómo iba a ser capaz de decirle que seguramente no se vuelvan a ver en mucho tiempo?
-¿Podemos dar un paseo?- propone ella.
-Claro.
Caminan durante varios minutos sin decir una sola palabra. El silencio, además de incómodo, se vuelve pesado por parte de Gloria que siente la necesidad de hablarle a su amigo de las consecuencias de su mayor sueño…
-Marcos- le llama captando su atención- ¿serías capaz de hacer cualquier cosa por alcanzar tus metas?
-Por supuesto, sino de qué serviría tanto esfuerzo invertido en ellas.
-Pero, ¿y si dejases todo atrás? Familia, amigos…
Marcos la mira pensativo.
-Tal vez pueda parecerte egoísta por mi parte pero, lo dejaría todo atrás sin importarme las consecuencias. ¿Qué si echaría de menos a mis seres queridos? Claro, no sería humano si no lo hiciese, pero es algo por lo que has trabajado siempre, lo que más te gusta puede estar tan cerca que casi lo puedes tocar y coger con la mano. Hay oportunidades que no se pueden dejar escapar, Gloria. Así que, si una de las consecuencias de que te vayan a aceptar en la academia de baile es irte de aquí, hazlo no lo pienses.
La joven se para en seco y se cruza de brazos.
-¿Cómo? ¿Y sabías que me tendría que ir si decido aceptar la beca?
-Has empezado a atacarme con preguntas que me han llevado a esa conclusión, no ha sido muy complicado- ríe pero, al instante, su expresión se vuelve seria- ¿Has pensado en no aceptarla, verdad?
-Te mentiría si dijese que no…
-Vete, cumple tu sueño- le aconseja Marcos- muchos matarían por una oportunidad así, no la desperdicies. Yo seguirme estando aquí cuando vuelvas y podré presumir de que una gran amiga es una de las mejores bailarinas del país. Pero, sobre todo, piensa solo en ti en esta decisión, aíslate de los demás y guíate por la primera decisión que tomes que, no dudo, que será hacer las maletas para cumplir tu meta  deseada.
Gloria escucha atentamente sus palabras y sonríe mostrando su pequeña dentadura. Sabe que va a echar mucho de menos a sus padres, a Lucas…a Marcos, pero siente la necesidad de correr hacia su sueño y envolverse en él. Y, como muy bien ha dicho Marcos, lo hará.


-¿Y bien? ¿Qué más te intriga saber de mí? Aunque, dudo que haya algo que aún no conozcas- ríe Lucas.
-Seguro que hay algo que se me escapa por saber.
Verónica apoya la barbilla en su mano y hace una mueca. Han pasado toda la tarde en la azotea del local donde Lucas le ha dedicado aquella preciosa canción. Las risas y los besos han sido los protagonistas en esta cita.
-¡Ya sé!- grita Vero emocionada- ¿Cuál es tu plato de comida favorito?
Lucas escucha con atención la pregunta de su novia y, sin poder evitarlo, suelta una escandalosa carcajada bajo la mirada confusa de la joven.
-¿Qué tiene de gracioso?- pregunta desconcertada.
-Nada, solo que no me esperaba ese tipo de preguntas- dice volviendo a reír.
-¿Qué esperabas entonces?- comienza a enojarse.
-A estas alturas de la cita imaginaba que el nivel de preguntas…digamos que cambiaría…- comenta Lucas con una sonrisa traviesa mientras se va acercando a ella con cautela. Fija su mirada en los carnosos labios de la muchacha, los cuales termina besando con intensidad. De ahí, pasa a su mandíbula donde deja pequeños y suaves besos. Sus manos se aferran a las caderas de Vero quien cierra los ojos sintiendo que flota sobre una nube. Los besos de Lucas provocan ese efecto en ella. Cuando quiere volver al mundo real abriendo los ojos, se encuentra tumbada sobre el suelo y los labios de Lucas recorriendo su cuello provocándole escalofríos de tal modo que llega a estremecerse.
-¿Qué te pasa?- pregunta Lucas con un tono casi alarmante. Su respiración se ha vuelto más agitada. Debe controlarse estando cerca de ella, pero la necesita. Necesita besar cada centímetro de su piel, saborear sus labios cada minuto… pero nunca haría nada que ella no quisiese.
-Nada, yo… estoy bien- se explica ella realmente nerviosa- solo que…tus besos eran…
-¿Maravillosos? ¿Inigualables?- ríe Lucas mientras acaricia las puntas del pelo de Verónica- Vamos, dime que ocurre.
La joven suspira y muerde su labio inferior.
-Temo no estar a la altura, eres mayor que yo y…bueno, imagino que pensarás llegar más lejos que unos simples besos…- comenta en voz baja. Nunca antes había estado tan nerviosa como ahora.
-¿Hablas de tener sexo con alguien?- ríe Lucas mientras observa como las mejillas de Vero se encienden- Escúchame, no debes estar asustada por ese tema. Yo nunca te obligaría a hacer nada en lo que no te sientas segura.
-¿A caso tu ya…?
Lucas asiente efusivamente con la cabeza. Vero se dedicó a abrir los ojos de par en par.
-Hace tres años, mis amigos y yo pasamos por una mala época.- le relata- No nos importaba nada el instituto, ni los estudios, solo queríamos pasarlo bien como si cada día fuese el último de nuestras vidas. Una noche, nos colamos en una fiesta de uno de los chicos del instituto, la mayoría de mis recuerdos de esa noche están borrosos, pero logro rememorar los suficientes como para que diga con seguridad, que es noche fue una de las peores noches de mi vida. Bebimos tanto que perdimos el control, es cierto que habíamos bebido alcohol mucho antes pero nunca como esa vez. Fuimos demasiado lejos. Recuerdo que muchos de mis amigos llegaron a fumar y no solo tabaco…estábamos perdidos en los efectos del alcohol…Álex, el chico de mi banda al que conociste, empezó a retarnos a hacer cosas que, en nuestro estado, ninguno nos negábamos. Cuando llegó mi turno, una de las chicas más mayores del instituto me estaba mirando desde hacía bastante tiempo, mis amigos hicieron una apuesta a que yo no era capaz de acostarme con ella. Yo lo hice…y me arrepiento de ello. No hubo amor, ni sentimiento, nada. Llegué a odiarme por haber sido tal miserable…En una noche, mi vida cambió por completo…el alcohol me destrozó…
Lucas, cabizbajo, se levanta de un salto intentado no aplastar a Verónica, quien se incorpora lentamente hasta llegar a sentarse. Observa como con movimientos ágiles, Lucas se desprende de su camiseta dejando a la vista su torso desnudo y, en él, su cicatriz en el abdomen.
-Te preguntarás a qué se debe esta cicatriz, ¿verdad?
-La vi el día que nos conocimos en la piscina.
-Esa noche no solo me acosté con aquella chica, sino que mi salud empeoró…con catorce años me diagnosticaron cirrosis en el hígado, ya que no tenía el mayor nivel de la enfermedad, decidí no hacerle caso. Con esa edad comencé a beber y a beber hasta los dieciséis, sin que yo me diese  cuenta la enfermedad continuaba expandiéndose hasta que, pocos días después de aquella fiesta, perdí el apetito, mi piel y mis ojos tomaron un color amarillento y el dolor de mi abdomen era realmente intenso…- se aclara la voz- Mis padres me llevaron al hospital y estuve ingresado allí casi dos años…la cirrosis se convirtió en cáncer de hígado.
Atónita y desconcertada, Vero le miraba con tristeza. ¿Por qué no se lo había contado antes?
-Lucas- se acerca hacia él y, por impulso, le abraza con intensidad sintiendo su piel cálida en el roce de sus brazos- yo…
-Vamos- le dice separándose de ella y poniéndose de nuevo la camiseta- te llevaré a casa.


 















domingo, 6 de julio de 2014

¡Nuevo premio!


Aquí dejo las normas "El mejor blog":

¡Hola! Como veis esto no es ningún capítulo nuevo, el blog de http://volarbajoilusiones.blogspot.com.es/ me ha otorgado este nuevo premio. ¡Muchísimas gracias!


  • Nombrar y agradecer al blog que te concedió el premio.
  • Contar 11 cosas sobre ti.
  • Responder al cuestionario y dejar uno nuevo.
  • Nominar a otros 5 blogs de reciente creación o con menos de 200 seguidores.
  • Visitar al resto de blogs premiados junto al nuestro.
  • Informar a todos los blogs del premio que le has otorgado.

11 cosas sobre mí:

1- Me llamo María, tengo 16 años y vivo en España.
2- Soy MUY tímida y me pongo roja a la mínima. De modo que puedo ser una de las personas mas vergonzosas que se pueda conocer.
3- Soy muy perfeccionista, tanto que seguramente llegue a agobiar a la gente :S
4- Llevo escribiendo desde los 11 años y no pienso dejar de hacerlo. Mi sueños es llegar a ser escritora.
5- Nunca se me han dado bien las palabras, odio hablar en público.
6- Odio los días de lluvia.
7- Me considero una lectora compulsiva.
8- Romántica y cursi.
9- He terminado la educación secundaria y comenzaré bachillerato en septiembre. Haré la rama de ciencias para intentar entrar en la carrera de medicina.
10- Lloro con muchísima facilidad.
11- Odio a la gente prepotente y superficial.

PREGUNTAS DE ALBA:

1.¿ Qué serías capaz de hacer por una persona?
Eso depende del tipo de persona que sea, si es un amigo, familiar o alguien a quien quiera, haría cualquier cosa por él o ella.

2.¿Confías fácilmente en la gente? ¿Por qué?
Desgraciadamente sí, y el por qué...la verdad no lo sé. Pero me estoy dando cuenta de que muchas personas no se merecen tanta confianza, de modo que intento cambiar esa faceta mía.

3.¿Que sentiste con el primer comentario en tu blog? ¿Quiénes son las personas que más te han apoyado con tu blog?
Me hizo muchísima ilusión. 
Mi familia me apoya mucho, pero ciertos amigos míos hacen que este blog, con su apoyo incondicional, siga adelante.

4.¿Si pudieses elegir una nueva vida, como sería?
Cumpliendo mis sueños, con alguien que me quiera de verdad y haciendo lo que realmente me gusta sin impedimentos. Pero con mis amigos de siempre, eso sin duda.

5. ¿Dónde te gustaría viajar?
A Austria, Italia, Nueva York, Amsterdam o cualquier país de América del Sur.

6.¿Qué piensas sobre el amor? ¿ Has sufrido desamor?
El amor es la mejor sensación que una persona puede vivir. Cualquier historia de amor que se pueda vivir, va a ser épica.
Y sí, lo he sufrido por desgracia.

7.¿A qué tienes miedo?
A quedarme completamente sola en el mundo o a no ser aceptada.

8. ¿Cuál ha sido el regalo que más te ha gustado?
Cuando cumplí los 16 años, mis mejores amigos me regalaron el primer ejemplar de la primera parte de mi novela. El primero tomo de "Gracias por hacerme feliz" Cuando lo vi en físico en mis manos no supe reaccionar y no me lo creía. Sin duda, ha sido el mejor regalo y hecho por las mejores personas.

9. ¿Qué sueños tienes?
Convertirme en escritora, viajar a todos los lugares deseados y ser feliz, empezando por querer a mí misma un poco más.

10. ¿Que locura te gustaría hacer?
Escaparme a vivir cualquier aventura. No sé, es algo que por impulso haría y sin duda me gustaría.

11. ¿Por qué se llama así tu blog?
Se llama Volar lejos de la realidad porque todos queremos escaparnos del mundo real en más de una ocasión. Y bueno, es lo que trato hacer con mi blog. En él publico mi novela y con ella intento que los lectores vuelen lejos de la realidad.

MIS PREGUNTAS:
 
1-¿Cuál ha sido el mejor día de tu vida?
2-¿Playa o piscina?
3-¿Cuál es tu mayor afición?
4-¿Qué tipo de música escuchas? ¿Cuál es tu cantante o grupo favorito?
5-¿Por qué decidiste crearte un blog?
6-¿Quién es tu mayor ídolo?
7-¿Te gusta leer? ¿Cuál es tu libro favorito?
8-¿Cuál es tu mayor sueño?
9-¿Que opinas sobre el amor?
10- Si tuvieras el poder de cambiar el mundo, ¿qué cambiarías?
11- ¿Cuál es tu película favorita? ¿Por qué?

NOMINADOS: